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  • Writer: Orlando Gomez
    Orlando Gomez
  • Sep 19
  • 2 min read

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En más de una ocasión he hablado de la necesidad de expandir el portafolio de acuerdos de libre comercio de nuestro país incorporando más naciones a nuestro listado de socios con acuerdos robustos. Desde Canadá y México, hasta Chile, Perú, Colombia y Ecuador, en más de una ocasión he abogado por que cerremos más acuerdos de libre comercio. En esta ocasión vuelvo a hacer ese llamado pero resaltando que ahora ya se hizo urgente debiendo nuestro país tomar acción de manera decisiva y acelerada para evitar una potencial catástrofe comercial.


Para nadie es secreto que históricamente el comercio de la República Dominicana y, en particular sus exportaciones, se trata de una canasta con dos huevos, uno gigantesco y uno más pequeño pero de alta importancia. Esos dos huevos concentran el 65% del total de las exportaciones de nuestro país al mundo, y mucho de nuestra producción y el empleo nacional depende de poder mantener ese intercambio comercial en marcha y en crecimiento.


Lamentablemente los dos huevos que guardamos en nuestra canasta, de forma simultánea, están dando visos de problemas. El huevo más chiquito parece estar al borde de romperse, en la forma más literal en la que eso puede aplicar a un Estado-nación, mientras que el otro, el grandote, como mínimo podemos decir que está empezando a coger un olorsito.


Aunque es perfectamente posible hacer el esfuerzo y trabajar para preservar la salud de nuestros dos huevos, lo que recomiendo y entiendo prudente, también es mucho más fácil simplemente salir al mercado y comprar más huevos. 


Utilizando el marco legal y el programa de levantamiento de aranceles que ya tenemos del DR-CAFTA es perfectamente posible cerrar en el corto plazo un acuerdo con Canadá y México, quienes ya conocen un marco similar derivado de sus acuerdos en NAFTA y el USMC. Australia, Corea del Sur y Japón son otros potenciales socios que pudieran trabajarse con rapidez bajo un marco similar al DR-CAFTA puesto que estos ya han trabajado, y tienen la experiencia, de acuerdos similares. Con voluntad y la intención de implementar de manera agresiva un nuevo plan de comercio exterior es posible cerrar acuerdos con estas naciones en 6 meses.


Hay otras naciones, como es el caso de los países suramericanos, donde pudiera existir más debate alrededor de la estructuración del acuerdo y amerite que las conversaciones se deban extender más hacia el mediano plazo. En otros casos, como las islas del Caribe, puede que ni valga la pena de gastar el esfuerzo por el momento para no perder el ímpetu de la acción. 


El comercio exterior de la República Dominicana está en una situación de emergencia que no tolera la inacción que le ha caracterizado en los últimos 20 años. Hubiera sido idóneo que esto se hubiera realizado hace dos décadas como en aquel momento se clamaba, pero hacerlo ahora es el siguiente mejor momento y lo debemos hacer con urgencia para darle tranquilidad a la producción local y los inversionistas extranjeros que han apostado por la República Dominicana en sus estrategias de “nearshoring” y “friendshoring”.


 
 
 
  • Writer: Orlando Gomez
    Orlando Gomez
  • Sep 19
  • 3 min read

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La semana pasada el controversial empresario Erik Prince, quien fuera dueño de la empresa de seguridad privada Blackwater, anunció un acuerdo con el gobierno de Haití en el cual se le promete un control parcial de los ingresos arancelarios de Haití sobre el comercio en la frontera con la República Dominicana a cambio de su colaboración para acabar con la violencia de la bandas criminales que afectan a ese país. Si bien oficialmente esto no ha sido confirmado por el gobierno de Haití, se sabe que mercenarios internacionales han estado operando en Haití desde al menos marzo de 2025 y que Prince ha logrado acuerdos similares con países como la República Democrática del Congo, lo que da credibilidad a sus afirmaciones. Es evidente que esta situación es extremadamente delicada para la República Dominicana y sus intereses. 


Eric Prince, ahora actuando por conducto de la empresa Vectus Global, está asistiendo al gobierno de Haití con el problema de las bandas criminales que controlan casi todo el territorio de ese país. A su empresa se le ha atribuido el uso reciente de drones que han atacado directamente al liderazgo de varias de las bandas criminales en Haití. Esta presencia de grupos paramilitares extranjeros en Haití es una escalada que amerita la atención muy cercana de la República Dominicana, por lo que esto supone para el futuro inmediato de nuestro vecino y su estabilidad de largo plazo. 


Por un lado, un acuerdo donde se cede control sobre los ingresos arancelarios del comercio en nuestra frontera con Haití va a condicionar por tiempo indefinido nuestra política comercial con ellos. Negociar un acuerdo comercial con Haití que establezca condiciones favorables para nuestros productores no va a ser posible en un mundo donde los ingresos de un grupo de mercenarios dependen de ello. 


Más grave aún, no queda claro cómo un grupo de mercenarios favorecerá una estabilidad en Haití que se oriente hacia la creación y el fortalecimiento de sus instituciones estatales, de hecho la dinámica de incentivos para esos mercenarios es diametralmente opuesta a ese objetivo. Los extremadamente limitados recursos que tiene el gobierno de Haití ahora están incluyendo el pago de mercenarios, en directa competencia con los pocos recursos que ya recibía la policía de Haití, y su inclusión en los ingresos arancelarios resultantes del comercio en nuestra frontera garantiza su permanencia en las costillas presupuestarias de ese país para el largo plazo. 


Como si lo anterior no fuera suficiente, Erik Prince es un importante contribuyente y una persona de mucha influencia sobre el liderazgo del vecino del norte del cual, bajo la hipótesis del bosque oscuro, trataré de no abundar demasiado, pero que recientemente se ha demarcado por una política exterior que favorece la extracción de riquezas de los países a cambio de su soporte político y diplomático. Mientras esa situación no cambie, es poco probable que el problema que ahora se cierne sobre Haití cambie.


Para la República Dominicana esta situación es un problema mayúsculo. Viviendo en la era del bosque oscuro es muy poco lo que podemos hacer respecto de esto. En el mejor de los casos, y si Prince tiene éxito en disminuir la influencia de las bandas criminales en Haití, lo que no es garantizado, al menos se podrá celebrar eso. Pero los dominicanos conocemos muy bien como termina la historia de ceder ingresos aduaneros a entes extranjeros. Esto va para largo, muy largo.         


 
 
 
  • Writer: Orlando Gomez
    Orlando Gomez
  • Sep 19
  • 2 min read

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En su artículo de opinión más reciente titulado “Qué hacer con las EDE” el economista Andy Dauhajre propone liberar al Estado dominicano (específicamente al Presidente de la República) de las decisiones necesarias para dar estabilidad financiera a las EDEs traspasando sus acciones a los afiliados de nuestro sistema de pensiones con cuentas de capitalización individual. En el pasado he insistido hasta el cansancio con desnacionalizar las EDEs, el costo del subsidio eléctrico tiene virtualmente paralizado al Estado en su capacidad de invertir en grandes obras de infraestructura, por ello hoy tomo lo sugerido por el Sr. Dauhajre y me tomo el atrevimiento de expandir un poco sobre la idea. 


Para preparar el escenario para la oferta pública de acciones que le permita a los fondos de pensiones comprar las EDEs, será necesario dividir el capital de las empresas en al menos dos tipos de acciones, una para los inversionistas controladores, quienes a cambio de una inyección sustancial de capital tendrían el control de la administración de las empresas y la protección de dilución de su participación en el capital por cualquier capitalización adicional realizada en el mercado de valores, para ese tipo de capitalización existiría el segundo tipo de acciones las cuales estarían en manos de los afiliados del sistema de pensiones a través de los fondos de pensiones. 


Si bien, el Estado deberá fortalecer el rol de supervisión de la Superintendencia de Electricidad sobre las empresas distribuidora en este escenario, es perfectamente posible mantener al Estado como accionista especial con derecho a designar una cantidad limitad de los consejeros en las EDEs, entendiendo que la decisión de traspasar la titularidad, aún si es a millones de accionistas, es políticamente arriesgada y que este quizás no pueda justificar desprenderse de la administración de manera absoluta.


Por tratarse de una oferta pública de acciones, el número de accionistas dentro de las EDEs no se va a limitar a los afiliados al sistema de pensiones, sino que van a incluir otros accionistas privados que incluirían a empresas del sector financiero y grandes ahorristas e inversionistas. 


La ventaja de hacer la colocación a través de una oferta pública de acciones es que le abriría a las EDEs una alternativa adicional para capitalizarse que no se limitaría al deseo de sus accionistas controladores, el Estado, la emisión de bonos o el financiamiento a través del sector bancario. Y seamos claros, en el corto y mediano plazo las EDEs van a necesitar cada alternativa de capitalización que se les presente porque desenmarañar el problema financiero que actualmente les afecta no será fácil ni barato. 


Estoy totalmente de acuerdo con el Sr. Dauhjare, ya se hace urgente desprender el problema de las EDEs y su perenne déficit del presupuesto del Estado, y entiendo que si hay una causa en la cual invertir hasta el último céntimo de capital política que se tenga a mano es esta, aún sea para salvarle miles de millones de dólares al país y su propio futuro.  


 
 
 

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